Aprovechamos nuestra escapada al Caminito del Rey, para hacer noche en Ronda y visitarla. Lo cierto es que Ronda se visita fácilmente en un día (lo ideal es combinar este viaje con el Caminito del Rey, Málaga capital, el Torcal, etc.). Te sugiero que madrugues para que el sol no apriete.
Ronda se sitúa al noroeste de la provincia de Málaga, a unos 113 km. El nombre de la ciudad deriva de su origen islámico “Runda». Esta localidad malagueña divide su casco urbano a ambos lados del Tajo sobre un desfiladero de más de 150 metros de profundidad por dónde discurre el río Guadalevín. Se podría decir que este es uno de sus mayores atractivos, el puente nuevo.
QUÉ VER:
Como se detalla más abajo, nuestro hotel estaba ubicado frente a la plaza de toros. Esta monumental plaza fue inaugurada en 1785 siendo una de las plazas de toros más antiguas de España. En su interior alberga un museo dedicado a la tauromaquia. Nosotros no la visitamos dado que no somos taurinos.
Cerca de la plaza de toros se encuentra el Balcón del Coño (en el Paseo de la Alameda). Este nombre tan peculiar se debe a que cuando alguien se asoma le sale un <<¡coño!>> por la altura y el vacío que hay desde este mirador.
Más tarde recorrimos una de las calles más animadas de Ronda, la Carrera Espinel. Para concluir la noche, cenamos unas tapas en el bar el lechugita.
A la mañana siguiente, hicimos una de nuestra locuras viajeras: madrugar mucho para no pillar turistas. Nuestro objetivo era captar la imagen del Puente Nuevo sin gente. El Puente Nuevo, sin duda es el símbolo de Ronda. En 1735 bajo el reinado de Felipe V, tuvo lugar el primer intento de construcción del puente pero este acabó derrumbándose 6 años después. Pocos años después, se empezaron las obras del Puente Nuevo que finalizaron en 1793. El Puente Nuevo permitió unir el barrio nuevo con el barrio antiguo de la ciudad, posibilitando la expansión urbanística de la ciudad.
Las mejores vistas del Puente Nuevo se obtienen desde un mirador cercano a la Plaza de María Auxiliadora. En realidad, no es un mirador propiamente dicho ni siquiera esta señalizado, pero si quieres tener la clásica imagen del Puente Nuevo con la cascada que forma el río bajo su arco, tienes que acudir aquí.
Después de sacar un par de fotos, volvimos al hotel a desayunar. Más tarde, visitamos los Baños árabes de Ronda. Los baños árabes de Ronda se construyeron entre el siglo XIII-XIV y constaban de tres salas diferenciadas para baños de agua fría, caliente y templada. Durante la visita se puede visualizar un vídeo sobre la historia de los baños y Ronda. Nos llamó la atención el buen estado de conservación de los baños.
Cerca de aquí se encuentra la Casa y Jardines del Rey Moro (la visita incluye la entrada a la casa de estilo neomudéjar de principios del siglo XX, al jardín diseñado por Jean Nicolas Forestier en 1912 y la antigua Mina de Agua de época musulmana.), el Puente Viejo y la Puerta de Carlos V.
Si aún te sobra tiempo, en el caso histórico puedes visitar la Colegiata de Santa María de la Encarnación la Mayor, el Paseo Hemingway y Blas Infante, el Palacio Mondragón, etc.
DÓNDE DORMIR:
Ronda tiene una oferta amplia de alojamientos: hoteles, apartamentos, villas, campings… Podéis echar un ojo a la página web oficial de turismo de Ronda.
Lo cierto es que buscando alojamientos, me enamore de la infinity pool del Hotel Catalonia Ronda, y esa fue la opción que reservamos sin mirar mucho más. El Hotel Catalonia Ronda está muy bien ubicado, frente a la plaza de toros y la calle comercial Carrera Espinel. Las habitaciones y los baños son amplios, y cuentan con amenities y toiletries de calidad. Habitualmente el hotel oferta a sus huéspedes un desayuno buffet pero debido al covid, el desayuno es servido en mesa. Este consta de embutidos, queso, zumo, bollería, pan, huevos en cualquiera de sus variedades, cafés e infusiones.
DÓNDE COMER:
Llegamos a Ronda un mediodía. Para cenar optamos por el tan afamado bar de tapas Casa Moreno (conocido como el lechuguita). Es un bar si muchas florituras, en donde el precio a 0,9€ es básicamente lo que atrae a los comensales. Su carta se compone de tapas a 0,9€ y otras 4 tapas más elaboradas a 3€, además de dos platos a 6€. El procedimiento es bien sencillo: te dan una hoja con la lista de tapas, marcas las que quieres, te acercas a la barra con el papel y te lo sirven en mesa. Conviene ir temprano ya que tiene bastante éxito y se forman colas. Al mediodía suelen abrir de 13:00 a 15:15 horas, y para las cenas de 20:30 a 23:30 horas, de lunes a sábado. Los domingos está cerrado.
Tapas del bar el lechuguita Cartel entrada del bar Papel para anotar la comanda
Esa misma noche se nos antojó un helado de la Heladería Cara Pino, ya que vimos que tenían un helado de palmera con Kinder Bueno y nunca antes habíamos probado esta combinación. La heladería está en Carrera Espinel.
Helado de palmera y kinder bueno Mostrador de la heladería Casa Pino Tapas del bar Antonio
Al día siguiente para comer optamos por otro bar de tapas, el café-bar Antonio. Este conta de tapas, patatas y montaditos a 1€. Además, tienen cazuelitas por 3,5€. Al igual que en el Bar el lechuguita, aquí las tapas también son sencillas.