Sevilla: qué ver y hacer. Imprescindibles de Sevilla

por Jessica
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Sin duda este ha sido un viaje especial ya que he viajado a Sevilla con mi abuela de 84 años. Yo ya había estado hace 7 años en Sevilla con las amigas, pero en septiembre recibí un correo electrónico de Volotea indicándome que me regalaban un cheque de 50€ por los imprevistos que había tenido la compañía (retrasos, cancelaciones, cambios de vuelos, etc.). Al principio pensé que era el típico correo spam, pero hablando con una amiga, me indicó que también le había llegado el mismo mensaje. Por lo tanto, decidí viajar con mi abuela en este mes de enero de 2022 (con el cheque únicamente tuve que pagar 9€) ya que apenas ha viajado.

Días previos al vuelo, mi pareja dio positivo en Covid19. Aunque yo no tenía síntomas, en un primer momento, pensé que quizás también me había contagiado, y por consiguiente, no podría viajar a Sevilla. Para quedarme tranquila decidí hacerme una PCR en una clínica privada ya que no quería arriesgarme al viajar con mi abuela. ¡Menudo alivió cuando recibí el resultado negativo! ¡El mejor regalo de Reyes!

7 de enero de 2022

Nuestro vuelo salía a las 14:00 del mediodía directo a Sevilla. Desde el aeropuerto (a la salida del mismo; basta con seguir las indicaciones del símbolo de bus que figura en los carteles) cogimos el autobús público que va directo al centro de la ciudad. El precio por trayecto es de 4€ (se puede pagar en efectivo y/o con tarjeta de crédito) y aproximadamente se tarda unos 35 minutos en llegar.

Las paradas son: Aeropuerto – Avenida Kansas City (estación Santa Justa) – Luis de Morales (Hotel Los Lebreros)- San Bernardo – Avenida Carlos V – Paseo de Cristóbal Colón (Torre del Oro)- Estación Plaza de Armas. Para más información consultar en la web de Tussam.

Tras bajarnos en la parada de la Torre del Oro, caminamos hasta nuestro hotel: Basic Hotel Sevilla Catedral. Como su nombre lo indica, se trata de un hotel próximo a la Catedral, sin muchas florituras. Como puntos positivos destacaría la buena ubicación, el trato amable del personal, la terraza que hay en la tercera planta para relajarse y el refrigerio gratuito las 24 horas (en un córner de la planta baja hay una máquina de café, croissants y palmeras, manzanas y cereales a disposición de los clientes de manera gratuita). Sin embargo, como puntos negativos destacaría el olor a cañería del baño (no muy exagerado, pero algo de olor sí que había) y la cama de matrimonio pequeña. En total, por una habitación privada con baño para 2 personas para 3 noches fueron 174€.

Después de hacer el check in, nos dirigimos a Metropol Parasol, también conocido como Las Setas de Sevilla, una construcción en forma de setas diseñado por el arquitecto alemán Jürgen Mayer. Antiguamente en esa misma ubicación se encontraba el Mercado de abastos de la Encarnación. En 1973, debido a problemas estructurales de los puestos de verduras y pescado del Mercado, la riada del Tamarguillo y la aparición de los primeros supermercados, el Mercado fue demolido. En 2004 el Ayuntamiento de Sevilla convocó un concurso internacional de ideas para reurbanizar la Plaza de la Encarnación, y finalmente, entre las 65 propuestas presentadas, se eligió esta. Tras 5 años de obras, finalmente, en el año 2011 quedó inaugurada Las Setas.

La entrada tiene un coste de 10€, pero si se accede para ver en anochecer tiene un precio de 12€. Nosotras optamos por subir sobre las 17:00 horas, cuando bajamos sí que apreciamos que había mucha más cola para ver el sunset.

Después de visitar Las Setas nos apetecía merendar. Optamos por tomarnos un chocolate con churros en el Bar El Comercio, fundado en 1904. Dos tazas de chocolate con media ración de churros nos costó 6,5€. ¡Mi abuela aún repite una y otra vez lo bueno que estaba!

Por la noche, nos fuimos de tapas a dos establecimientos de referencia en Sevilla: la Bodega Santa Cruz y el Patio de San Eloy. En el primero de ellos pedimos una tapa de solomillo al whisky, chacina de jamón, un montadito de pringá y otro de serranito. En el Patio de San Eloy continuamos con un montadito de jamón y otro de pringá.

8 de enero de 2022

Después de leer unos cuentos blogs, recomendaban bastante para desayunar La Cacharrería. ¡Sin duda fue todo un acierto, en especial por la variedad de los productos de la carta! Nosotras nos pedimos un zumo natural de naranja, dos cafés, un mollete de jamón con tomate, y otro mollete de aguacate, tomate y huevo poché.

Con las pilas cargadas, cogimos el tranvía en la Plaza Nueva para ir hasta la Plaza de España (parada: Prado de San Sebastian). Se puede hacer perfectamente caminando, pero debido a la edad de mi abuela optamos por ir en tranvía (precio 1,4€/persona).

La Plaza de España es una plaza de grandes dimensiones (una superficie total es de 50 000 m² aproximadamente) que se construyó para la Exposición Iberoamericana de 1929. Merece la pena pasear y admirar los puentes y los 48 bancos por cada provincia de España. Os cuento alguna curiosidad de esta plaza:

  • Tendría que haber sido 50 bancos, pero las Islas Canarias sólo tenían una provincia y Sevilla está representada por cuatro murales de la plaza.
  • Se han grabado películas y series en esta plaza como Lawrence de Arabia, El viento y el león, Star Wars: el ataque de los clones, El dictador y la serie Allí abajo.
  • Tras la Exposición Iberoamericana, se pensó en albergar la Universidad Laboral de Sevilla.
  • Sobre los 48 bancos de la Plaza de España hay 48 bustos que representan a ilustres personajes de la historia española. En ellos podemos ver a personalidades como Quevedo o Velázquez.

Tras dar un paseo por la plaza y ver un show de flamenco (cada uno echa la voluntad), optamos por montarnos en las barcas del estanque. Existen dos precios: 6€ por 35 minutos o 10€ por 70 minutos (el total pueden ir un máximo de 4 personas). ¡Las risas están aseguradas! Creo que es una de las experiencias que más me han gustado hacer con mi abuela.

De ahí nos fuimos de nuevo al centro para comer. Fuimos hasta Casa Ricardo Antigua Casa Ovidio para probar las famosas croquetas por ser tan cremosas. ¡Y sí, comprobamos que es cierto! ¡Estaban muy ricas! Nos pedimos media ración de croquetas, dos montaditos de pringá, unas aceitunas y dos tintos de verano. En total fueron 17,1€ (os recomiendo que os fijéis como cogen las comandas).

Tras descansar un poco en el hotel, a la tarde visitamos la Catedral y la Giralda. Para subir hasta la Giralda son todo rampas (en total 35) para que el sultán pudiese subir con su caballo para divisar Sevilla; y en el último tramo hay 17 escalones. ¡Mi abuela se armó de paciencia y orgullo, y subió hasta La Giralda!

Ya por la noche cenamos en el bar más antiguo de Sevilla: el Bar El Rinconcillo (cuenta con más de 350 años de historia). Aquí pedimos chacina de salchichón ibérico, ración de queso y sus famosos espinacas con garbanzos.

9 de enero de 2022

Para empezar bien la mañana desayunamos en el Filo. Nos pedimos dos cafés con leche, un croissant, un de zumo de naranja natural y una tostada energética (tomate, aguacate, semillas y como extra le añadí el huevo poché, aunque también es posible añadirle salmón).

Más tarde fuimos a visitar los Reales Alcázares de Sevilla, un conjunto palaciego amurallado iniciado en la Alta Edad Media (precio 13,5€ y jubilados 6€).

Para almorzar nos decantamos por dos restaurantes: la Bodega Antonio Romero y el Mesón El Serranito. En el primero de ellos es famoso el montadito de piripi (contiene bacón, queso, tomate natural, lomo y salsa ajonesa), con lo cual cada una nos pedimos un montadito más una tapa de carrillera con patatas. ¡Nos gustaron mucho ambos platos, y sin duda, está en nuestro ranking! En el Mesón el Serranito, y como su nombre indica, comimos el bocata Serranito compuesto por tomate, pechuga de pollo, pimiento, queso y jamón serrano.

Tras descansar un poco en el hotel, a las 17:00h. de la tarde asistimos a un concierto en la Terraza Pura Vida con vistas a La Giralda. El día previó reservé a través de la página web la mesa. Son 15€ por persona que luego se descuentan a la consumición. ¡Está es otra de las experiencias que más nos gustó! Todos los días no se disfruta de un concierto, mientras admiras La Giralda y te tomas unos San Franciscos.

10 de enero de 2022

Nuestro vuelo salía a la 13:00h. del mediodía, por lo que únicamente nos dio tiempo a desayunar en Jester. Disfrutamos de unos zumos naturales, croissant, tarta de zanahoria, y dos cafés. ¡Delicioso! Eso sí, ten en cuenta que solo hay mesas en el exterior.

Nuevamente volvimos a coger el bus hacía el aeropuerto en la parada de la Torre del Oro.

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