Ya han pasado casi un par de años desde que visitamos Vietnam y Camboya. Cada vez la gente visita más estos dos países y me parece una buena idea compartir nuestro itinerario.
Nuestro viaje duró casi tres semanas; concretamente viajamos del 22 de julio al 12 de agosto de 2018.
HO CHI MINH
Primer día: 23 de julio
Nuestro vuelo salió de Madrid el domingo a las 12:00 horas, y después de hacer escala en Moscú, aterrizamos en Ho Chi Minh a las 09:00h del día siguiente. Decidimos hacer la ruta del sur al norte ya que leímos en varios blogs que los mayores atractivos turísticos estaban en el norte, por lo que si queríamos acabar con una mejor impresión debíamos de hacerlo en este sentido. Hoy en día, desde mi punto de vista, también os recomiendo hacerlo de esta manera.
Nuestro viaje no pudo empezar peor. Nada más pisar tierra en Ho Chi Minh nuestras maletas no llegaron. Aún recuerdo el cabreo descomunal que me pegué ya que tenía lo imprescindible como el botiquín, el neceser y la ropa. Para más inri, nos informaron de que ese día no llegarían las maletas.
Con el cabreo encima, nos adentramos en un Saigón con una humedad tremenda, con un tráfico caótico y un tiempo que no acompañaba, pues empezó a diluviar. No queríamos complicarnos el día, por lo que cogimos un taxi oficial de la compañía Vinasun a la salida del aeropuerto. Lo bueno de todo esto es que en nada ya estábamos listos para recorrer las calles. Ese primer día pudimos aprovecharlo al máximo. A la mañana visitamos la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (Nhà thò giáo xu tân dinh) con su fachada de color rosa y el museo de la guerra. Para comer, optamos por la cadena de alimentación de comida rápida Lotteria, en el que puedes degustar hamburguesas y diferentes delicias de pollo.
A la tarde, continuamos con la visita a la oficina de correos (construida al final del siglo XIX por el famoso arquitecto Gustave Eiffel) donde mandamos una postal a nuestros familiares, caminamos por las inmediaciones de la estatua de Ho Chi Minh y del ayuntamiento. Para ver el atardecer, nos animamos a subimos a la torre Bitexco, esto es, al edificio más alto de Saigón que tiene su parecido con la torre Stark de Iron Man. El mirador está situado en la planta 49 y desde ahí se puede divisar las maravillosas vistas de toda la ciudad.
Para cenar no nos complicamos mucho. Al estar cansados, nos acercamos al pequeño centro comercial que había cerca de nuestra guesthouse. La ventaja es que en una de las plantas hay un montón de restaurantes con comida de diferentes nacionalidades y cada uno puede escoger la comida donde quiera para después sentarse en mesas comunes. Así que en un restaurante italiano elegimos pasta a la carbonara y en otro una pizza.
Segundo día: 24 de julio
Después de desayunar en el hotel (nos venía incluido el desayuno), alquilamos con ellos una moto para todo el día para ir hasta los túneles de Cu Chi por libre.
La aventura nos gustó muchísimo, básicamente por dos razones. En primer lugar, porque fue nuestra primera experiencia en moto por libre, con un tráfico descomunal. Y el segundo motivo es porque fuimos a una zona no tan turística. Los túneles de Cu Chi tienen dos secciones: Ben Dinh (zona turística) y Ben Duoc (son los más visitados entre los vietnamitas y generalmente no hay muchos occidentales ya que dicen que los pasadizos son estrechos para nosotros. También están más alejados).
Y alguien se puede estar preguntando, ¿cómo llegamos hasta los túneles de Cu Chi?. Antes de emprender nuestro viaje nos descargamos los mapas offline, por lo que sin conexión a internet pudimos movernos por los diferentes puntos de interés sin ninguna dificultad.
Una vez en Cu Chi, empezamos la excursión con una proyección visual y después nos asignaron un guía para comenzar con la visita. Pudimos explorar trampas, ir bajo tierra, comer yuca, y ver un hospital y centro de mando.
Egoitz es un gran aficionado a la historia. Tenía muy claro desde el principio del viaje que quería disparar un arma. Aunque nos costó encontrar el sitio, en las inmediaciones se puede practicar tiro. El precio es por bala y por el tipo de arma que se utilice. Egoitz decidió probar la AK47 y la M1 Garand.
Al mediodía partimos de nuevo rumbo al centro de Ho Chi Minh para ir a visitar Binh Quoi Village. Se trata de un parque inmenso con lagos, cabañas y flora diversa. Aunque no es una visita que salga en las guías de viaje, si tenéis tiempo os recomiendo que os acerquéis. Podréis disfrutar de unas maravillosas vistas con gente local, tomar aire fresco y sacar unas bonitas fotos.
Tercer y cuarto día (25 y 26 de julio). Delta del Mekong
Estando en España contratamos con la empresa Les Rives la excursión de 2 días al Delta del Mekong. Después de mucho leer, fuimos conscientes de que hacerlo por libre nos iba a resultar complicado, y que si hacíamos un tour de más de un día podíamos adentrarnos en el río. La excursión nos costó 300$ por persona, en el que incluía el alojamiento, dietas, excursiones y el transporte. Tengo que decir que nos sentimos como unos auténticos reyes.
El número mínimo de personas para que salgan adelante las excursiones es de 5, y aunque a última hora una familia canceló la excursión, la empresa decidió emprender el viaje con nosotros. Imaginaos la situación: nosotros dos como únicos turistas, el guía, la camarera, el fotógrafo, el mecánico, el conductor, y la mujer e hija del dueño. ¿Quién no se iba a sentir así como un rey?
Nos recogieron en el hotel a las 08:00h. de la mañana y emprendimos nuestro viaje en una lancha motora. La primera parada fue la visita a un mercado local donde nos explicaron curiosidades del modo de pesca y vida. La segunda parada fue en una fabrica de ladrillos tradicional. A la hora de comer nos llevaron en una Lambro 550 típica del Delta de Mekong. Pudimos degustar el famoso pescado de oreja de elefante que preparan asado con la piel crujiente junto con otras delicias como arroz frito, marisco, sopas y frutas. Lo más curioso del pescado es la forma de presentarlo en la mesa.
Después de comer participamos en la elaboración de unas esterillas de mimbre. El guía tuvo el detalle de comprarme en este local el típico gorro vietnamita que había salido volando en la lancha motora por no agarrarlo.
Más tarde, seguimos recorriendo el Delta del Mekong por sus canales más estrechos. Finalmente, a primer hora de la tarde llegamos al maravilloso hotel Island Lodge. Es imposible describir con palabras la magnitud de este hotel, con su piscina, su puerto, sus deliciosas comidas, la fauna que lo rodea, etc. Para pasar la tarde alquilamos en el hotel unas bicicletas y nos pegamos un baño en la piscina.
Al día siguiente, visitamos el mercado flotante de Cai Be y una fábrica de caramelos artesanos envueltos en papel de arroz. Después navegamos en bote de remos a lo largo de pequeños canales del Delta rodeados por miles de cocoteros. La excursión finalizó después de comer y aproximadamente para las 17:00h. ya estábamos en nuestro hotel.
Si estáis dudando de si merece o no realizar está visita, mi respuesta es sí si os sobran días. También recomiendo hacer la excursión de dos días para ver las zonas más autóctonas. Y por último, os animo a dejaros mimar por Les Rives.
Alojamiento: Funny Guesthouse
Era una pensión regentada por una pareja joven (o por los menos los días que estuvimos nos atendieron ellos). En la planta de abajo tienen las lavadoras y secadoras, y una pequeña mesa para los desayunos. En la plata primera y segunda están las habitaciones.
La habitación era muy espaciosa, limpia y contaba con todo lo necesario: amenities, toallas, escritorio, cama de matrimonio, un pequeño balcón, etc. Aunque nuestra habitación daba a un callejón donde transitaban motos y viandantes, tengo que admitir que no se escuchaban los ruidos.
Nuestra reserva incluida el desayuno. En este podías elegir una bebida y un acompañante. Entre las bebida tenías zumo de piña, zumo de limón, cafés, tés y agua. El acompañante era una bagguette con huevos fritos o tortilla francesa o huevos cocidos, o huevos escalfados, mermelada y mantequilla, o noodles fritos o sopa. Además, cada mañana teníamos fruta fresca como la fruta del dragón, plátano y sandía.